El legado de Clemente | Pittsburgh y Puerto Rico, conectados

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Hace unas semanas, me monté en un avión que iba para Pittsburgh, PA sin boleto de vuelta a San Juan, PR. En ese momento, justamente después de graduarme de la Universidad de Puerto Rico del Recinto de Río Piedras, sentí que me estaba yendo de mi hogar y mi felicidad para empezar una vida nueva y distinta en Pittsburgh.

El chiste es que originalmente soy de Pittsburgh; llevaba toda mi vida viviendo en “La Ciudad de los Puentes” hasta que me mude a “La Isla del Encanto” para estudiar. Lo que no sabía era que en esos años viviendo en Puerto Rico, lejos de mi familia y todo lo que quería, iba a enamorarme del pedazo de tierra en el medio del caribe, de su gente y de su cultura. No sabía que en esos años iba a encontrar un nuevo hogar; tampoco sabía las conexiones que iba a descubrir entre Pittsburgh y Puerto Rico.

Realizando vínculos con Pittsburgh

Aunque las diferencias entre Pittsburgh y Puerto Rico son muchas– el idioma, la música, el tiempo– descubrí que hay unas semejanzas entre los dos lugares que vienen de una perspectiva más profunda.

Cuando las personas piensan en ciudades muy vinculadas con Puerto Rico, no se piensa mucho en Pittsburgh. Nueva York, Filadelfia, Boston y Florida típicamente son reconocidos como los lugares que tienen mucha cultura puertorriqueña corriendo por sus calles.

Sin embargo, la conexión entre Pittsburgh y Puerto Rico va más allá que la cantidad de puertorriqueños viviendo en la ciudad. La relación entre Pittsburgh y Puerto Rico es algo que empieza con un sentido compartido de orgullo por un hombre: Roberto Clemente.

El Grande

Los ríos de Pittsburgh se conectan con los mares infinitos de Puerto Rico a través del amor y del legado de Roberto Clemente. Pittsburgh le debe mucho del orgullo y legado alrededor de Roberto Clemente al pueblo de Puerto Rico por prestar su estrella boricua, El Grande, a la Ciudad de los Puentes.

Clemente escogió a Pittsburgh como su segundo hogar, pero no se puede negar ni olvidar el amor, lealtad y orgullo que él tenía por su patria. Sin Puerto Rico, no hay Roberto Clemente. Por eso la ciudad de Pittsburgh y todo su amor alrededor del nombre Clemente se debe a la Isla del Encanto.

Preservando el legado de Clemente | Casa Abierta el 30 de Sept.

El Museo de Clemente, localizado en Pittsburgh, PA, está intentando honrar la conexión entre Pittsburgh y Puerto Rico con la meta de preservar el legado de Roberto Clemente y enseñar a todxs que llegan al museo el impacto del gran Roberto Clemente alrededor de Pittsburgh, Puerto Rico y el mundo entero.

El 30 de septiembre, el día del aniversario del hit número 3,000 de Clemente, hay un Open House dedicado a la cultura puertorriqueña en el Museo de Clemente. Como parte de las celebraciones habrán varias actividades para honrar y beneficiar al país de nacimiento de Roberto Clemente. Entre las actividades, una banda tradicional de Bomba y Plena, Comida Criolla de un restaurante local y talleres de arte/baile típico de Puerto Rico. El evento es para toda la familia.

Como manera de apoyar a la comunidad boricua, habrá una recaudación de fondos para Taller Comunidad La Goyco. La Goyco es un centro comunitario para los vecinos del sector de Machuchal y calle Loíza que construye iniciativas culturales, comunitarias y de salud desde la antigua Escuela Pedro G. Goyco.

La Goyco está localizada en Santurce, San Juan donde Clemente empezó su carrera profesional de béisbol con los Cangrejeros de Santurce. Tito Matos, uno de los fundadores de La Goyco, es un Plenero muy conocido de Puerto Rico. Él dedicó su vida al bienestar de su comunidad y su pueblo, igual que Roberto Clemente. Tito Matos, quien también falleció de repente e inesperadamente, personificaba el mismo espíritu humanitario y apoyaba valores parecidos de justicia social que Roberto Clemente. Los boletos para el evento están a la venta en nuestro sitio web.

Sentir la conexión

Aida Raquel Lozada Rivera, una profesora de la Universidad de Puerto Rico en el Recinto de Río Piedras recientemente vino a Pittsburgh para visitar el Museo de Clemente. Ella describe por qué se siente unida con Pittsburgh, aunque nació en Caguas, Puerto Rico, “La conexión entre Puerto Rico y Pittsburgh es permanente y continuará por siempre, ya que la imagen de Clemente está impresa en nuestros corazones”.

Ella explica cómo el pueblo de Puerto Rico ha escogido a Roberto Clemente para representar su bandera, sus raíces y su identidad. También añade que Pittsburgh, como ciudad, adoptó a Roberto Clemente y lo trataron como un hijo. En cierto sentido, comparten esa lealtad hacia Clemente, dado que lo evocan con amor y afecto al igual que los puertorriqueños.

Clemente jugó 16 temporadas con los Piratas de Pittsburgh, ganó dos Series Mundiales y fue el recipiente de 12 Guantes de Oro. Sin embargo, el legado de Clemente va mucho más allá que sus logros profesionales. Sus verdaderos éxitos caen en el trabajo humanitario que hizo alrededor de su isla y su hogar adoptivo.

Él se esforzó para llevar el deporte a niñxs puertorriqueños y darles la oportunidad de participar en clínicas de béisbol. Reconoció a una niña que estuvo hospitalizada durante la celebración del Día de Clemente en el año 1970; y como todo el mundo sabe, perdió su vida en un accidente de avión en su intento de ayudar al pueblo nicaragüense después de un terremoto que causó daño catastrófico al país y a sus habitantes.

La pelota como representación

Puerto Rico, la colonia más antigua del mundo, no tiene representación tradicional en la política de los Estados Unidos. Por eso, la representación en el deporte es muy importante para los puertorriqueños. Es una de las únicas maneras de representación que tiene el país en los Estados Unidos.

Dereck Flores de Carolina, Puerto Rico, el pueblo de nacimiento de Clemente, argumenta, “Sólo la idea de pensar lo que él provocó en la gente que no es de Puerto Rico con su legado y su partida inesperada de este mundo, es astronómica”.

Tanto para Flores como para otros puertorriqueños, el valor simbólico del nombre de Clemente, especialmente fuera de la isla, es incalculable. No solo tiene que ver con el orgullo puertorriqueño, sino también con la representación negada de Puerto Rico como “territorio” de los Estados Unidos.

La conexión actual entre Pittsburgh/Puerto Rico

Actualmente, la población de boricuas que viven en Pittsburgh es pequeña, aunque ese número está aumentando. Existen varios grupos como “Pittsburgh Stands with Puerto Rico” que quieren demostrar la conexión arraigada entre La Isla y la ciudad.

Indudablemente, existe un gran número de personas en Pittsburgh ansiosas por viajar a Puerto Rico y disfrutar de unos días bajo el cálido sol caribeño. Asimismo, hay una gran cantidad de personas de Puerto Rico que quieren ir a Pittsburgh para ver el segundo hogar de Clemente.

Todos los días puertorriqueños llegan al Museo de Clemente; no tienen que ser fanáticos del béisbol, ni necesariamente saber de los datos, ni logros profesionales del #21. Es el orgullo boricua que los lleva a Pittsburgh para ver como la representación puertorriqueña ha llegado hasta acá.

Johanna Vidal-Phelan, nativa de Carolina, Puerto Rico quien actualmente vive con su familia en Pittsburgh es otra fanática más de Roberto Clemente que reconoce el valor de la representación de Clemente alrededor del mundo. Ella escribe en una de sus publicaciones de LinkedIn, “I couldn’t stop thinking how astounding it was to meet with and witness fans from all over the country sharing the same admiration for my Puerto Rican hero” (Vidal-Phelan, 2019).

Después de una visita al Museo de Clemente, ella comentó en la conexión innegable de Pittsburgh y Puerto Rico, “Saber que Roberto Clemente nació en Carolina, Puerto Rico, y cómo fue y es adorado por sus fanáticos de Pittsburgh, siempre me ha conectado con la ‘Ciudad de los Puentes”. Ella cree firmemente que si Pittsburgh aceptó a Roberto Clemente, y todo lo que representó, sin duda Pittsburgh es una ciudad a la que su familia única puede pertenecer.

Mirando pa’lante

La relación colonial entre los Estados Unidos y Puerto Rico es una relación que requiere matiz. Las repercusiones del colonialismo causan mucho dolor, trauma y sufrimiento para muchas personas viviendo en la isla. Además de los efectos directos, también crea una división entre la población puertorriqueña, incluyendo hasta la diáspora. Es una relación dinámica que muchas veces no se habla entre personas que no son puertorriqueñas. Esa falta de conocimiento, es algo que perpetúa la violencia colonial de los Estados Unidos hacía Puerto Rico. Es necesario hablar e integrar aspectos históricos con la situación actual para buscar soluciones a las consecuencias de esta relación.

La conexión entre Pittsburgh y Puerto Rico es una que está basada en las buenas acciones de un hombre que tuvo la oportunidad de vivir en los dos lugares. La esperanza es que el legado de Roberto Clemente, y su espíritu de ayudar a los demás sirva como ejemplo de cómo las acciones de un solo hombre pueden resultar en un legado tan poderoso. Los “yinzers” y los boricuas comparten la misma responsabilidad preciosa de representar y abogar por el bienestar de otrxs y apoyar justicia para todxs en el nombre de su héroe compartido, Roberto Clemente.

Pittsburgh y Puerto Rico siempre van a tener la experiencia compartida de representar y honrar al gran Roberto Clemente. Lo más poderoso que puede salir de esa linda conexión es la meta compartida de cuidar de otrxs y respetar a todo el mundo sin importar fronteras invisibles o creadas.

Llevo ya un solo mes viviendo en Pittsburgh, mi nuevo (viejo) hogar. Aún siento la presión de no perder mi conexión con Puerto Rico, mientras desarrollo una nueva conexión con la comunidad de Pittsburgh. Trabajar en el Museo de Clemente ha sido una manera excelente de continuar conectando con puertorriqueñxs casi todos los días.

Entiendo que (por ahora) tocó irme de Puerto Rico, pero me estoy dando cuenta que los rasgos compartidos entre Pittsburgh y Puerto Rico me hacen sentir en casa en los dos lugares, aunque queden a miles de millas de distancia. Como Roberto Clemente y lxs otrxs que se han ido de Puerto Rico, siempre llevaré a Puerto Rico en mi corazón y lucharé por las personas que son de allí con fervor.